España cuenta con uno de los mejores climas de Europa, debido al clima mediterráneo y las ventajas que ello conlleva. No obstante, esto no significa que el frío no ataque con fuerza durante los meses de invierno en este país mediterráneo. Es cierto que según la región de España en la que se viva, la temperatura varía unos grados, pero sí, en España también existe el invierno.
No es lo mismo vivir en el sur que en el norte de España. Por ejemplo, en Barcelona, con la cercanía del mar y la humedad, los inviernos son considerablemente más suaves que en Madrid. Aunque la humedad es difícil de combatir, es una temperatura distinta al frío seco que sufre el norte del país.
Dependiendo de las preferencias climáticas, se puede elegir vivir en el norte o en el sur, aunque no hay que olvidar que los meses de invierno fomentan más la concentración y el estudio debido a que por norma general se suele pasar más tiempo en casa o en sitios cerrados.
Para muchos puede ser que el invierno sea una estación más sombría, gris y que el estado anímico sea más melancólico. No obstante, esta temporada es muy positiva, entre otras, para poder sacar el máximo partido a conocerse, a escucharse a uno mismo un poco más y a estudiar. A continuación se exponen una serie de consejos para sacar el mayor rendimiento y eficacia al tiempo de estudio.
¿Influye la temperatura en el rendimiento?
En un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard, Georgia y UCLA demostraron que la temperatura a la que se estudia es determinante en el rendimiento. Esta investigación corrobora que cuando las temperaturas aumentan por encima de los 21 grados centígrados, el rendimiento escolar disminuye. Por el contrario, el aprendizaje disminuye a partir de los 32 grados. .
A raíz de lo expuesto en el párrafo anterior, es importante destacar que, como es sabido, los cursos académicos se enfocan en los meses de septiembre a junio. En base al pormenorizado estudio citado previamente, se llegó a la conclusión que el calor puede afectar al aprendizaje y que cuando las temperaturas son moderadamente elevadas, puede perjudicar la capacidad cognitiva del ser humano.
Es por ello, que estudiar en invierno es la actividad perfecta para aprovechar al máximo el rendimiento y el aprendizaje
¿Tomar bebidas calientes o frías?
Así como en verano apetece tomar comidas fresquitas como ensaladas, en invierno, el cuerpo reclama comidas calientes así como sopas, té, café o algún que otro potaje.
No obstante, y a pesar de lo que pide el cuerpo, un neurocientífico de la Universidad de Cambridge, Peter McNaughton, al consumir bebidas calientes para eliminar el frío, lo único que provoca es que aumente la temperatura corporal central, lo que lleva a una aumento de sudoración.
Este sudor ayuda a que el agua se evapore rápidamente de la piel por lo que el cuerpo tiende a enfriarse, consiguiendo así el efecto contrario.
Evitar el exceso de calefacción
Es un hecho, que la calefacción se convierte en el mejor amigo del ser humano en invierno para mantener caliente el espacio. No obstante, y cómo se viene comentando, las altas temperaturas pueden generar el efecto contrario.
Pasar muchas horas expuesto al calor que desprende la calefacción no es nada aconsejable, ya que provoca dolor de cabeza, cansancio y riesgo de padecer algún resfriado.
Así bien, será una buena opción encender la calefacción antes de comenzar a estudiar en invierno para aportar una cálida temperatura a la sala de estudio.
Ventilar la habitación de estudio
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la calidad del aire que se respira en el hogar, juega un papel muy importante en la salud, de manera que pueda generarse enfermedades respiratorias y cognitivas ocasionadas por la contaminación en espacios cerrados.
Aunque parezca mentira, en el interior de las viviendas se pueden llegar a concentrar elementos contaminantes 100 veces mayor que en el exterior. Por ello, para estudiar en invierno, los expertos recomiendan abrir las ventanas a primera hora de la mañana para no malgastar la calefacción, reducir así la factura y contribuir al medio ambiente.
Conclusión
La llegada del frío genera cierta locura en el ser humano al salir a la calle con multitud de capas: bufanda, gorro, abrigo…todo lo imprescindible para combatir las bajas temperaturas.
A lo largo del tiempo, se han adquirido hábitos que generan el efecto contrario a lo que se sabía hasta entonces. Una de ellas puede ser tomar bebidas calientes para acabar con el chasquido de dientes por lo que ¿te atreves a cambiar tus hábitos este otoño?
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